Me llamo Anabel y soy una artesana autónoma que practica el slowlife a través del crochet. Creo que las cosas bonitas transforman al que las hace, al que las ve y al que las tiene. Toda mi vida he trabajado en temas relacionados con el diseño aunque en otro sector. Descubrir el crochet ha dado alas a mi imaginación y a mis manos.
La Transformista es un proyecto personal con ganas de seguir creciendo. Me encanta jugar con los colores, experimentar con distintos materiales y texturas para crear cosas bonitas, duraderas y útiles. Objetos cotidianos como bolsos, cestos, maceteros, murales. Cosas hechas a mano tejidas a crochet o macramé con paciencia, dedicación y mimo. Piezas únicas que aunque se repitan nunca hay dos iguales.
La Transformista nace con la idea de crear partiendo de lo que ya existe, dando una segunda vida a las cosas, reutilizando telas y materiales reciclados o excedentes de telas tintadas sin usar. Es un proyecto que mira por el planeta, reutilizo y reciclo todo lo que puedo. Procuro trabajar con materiales que tengan un bajo impacto medioambiental; fibras naturales, algodones reciclados, excedentes de producción... Esta es la razón de que haya muchos modelos únicos.
Esta filosofía de reaprovechamiento es una vuelta a hacer solo lo que consumimos, piezas únicas, originales y exclusivas. Piezas elaboradas a mano con dedicación y cariño y hechas para disfrutarlas durante mucho tiempo.